Somos la niñez intermedia

Kar Lóprec
4 min readMar 27, 2021

2022: A una década de encontrar ésta compañía.

Dicen que a la etapa de la niñez intermedia se encuentra entre los 9 y 10 años de edad. El cerebro a ésta edad difícilmente cambia ciertos patrones. Se cuenta con una creciente independencia de la familia y un mayor interés en los amigos. Se adquiere el sentido de la responsabilidad, pueden comenzar los cambios físicos de la pubertad. En pocas palabras, el cuerpo y la consciencia entran al primer cambio importante de maduración.

Justamente hace diez años, un tipo cambió de ciudad para conocerme. A esté tipo le compliqué la vida. A este tipo no le importó. Éste tipo es mi amigo, con derechos y sin ellos. Hace diez años, éste tipo me hizo desconocerme, por que comencé a hablar en plural, que aunque me costó mucho, logró que cambiara el voy por el vamos. Se desconoció también, por que hablaba de un futuro incierto y, a su vez, de la certeza en tenernos en el ahora. Tardé un tiempo en valorar la huida que emprendió de una vida y un lugar que le gustaban y que deseó por mucho tiempo, su decisión por permanecer y cambiar toda su realidad en ese momento. Sin duda, es algo que pocas personas tienen el valor de hacer.

Por que aunque traté de huir en repetidas ocasiones durante estos años, encontró la forma de que viera que era posible compartir mis pasos con los suyos y nunca, limitó los míos. Hace diez años éste tipo me desvelaba hasta casi amanecer, para platicar de todo y nada. Genero en mi una ilusión que terminó por ser real. Hace diez años, caminando por la calle, me tocó la espalda, y detrás de él, sonaba ésta canción (desde un auto repleto de una mudanza que acababa de recorrer 557.9 km de distancia) y dijo: ya llegué, aquí estoy y no me voy, a menos que tu lo quieras.

Conocer a alguien que sientes familiar es muy extraño. Es emocionante pero también da cierta inseguridad, por que los humanos tendemos a buscar razones para todo. Teníamos los mismos objetos, hasta cosas que en lo habitual no serían relevantes, eran iguales. Estuvimos en los mismos lugares, en los mismos eventos, en momentos que para cada uno fueron significativos en su tiempo y por alguna razón, nuestro encuentro llegó más tarde. Las cosas que nos iban sucediendo reafirmaban que todo al rededor de nuestro encuentro tenía una conexión que, tarde o temprano iba a suceder. Por mencionar alguna de las que nos causó curiosidad, el primer día que visitó la casa de mis padres, lo primero que vio al entrar a casa fue uno de los cuadros que esta en la sala desde que soy una niña. Levantó el marco de madera del cuadro y ahí, debajo, había una firma que solo tenia su apellido paterno. Resultó ser un cuadro que realizó su tía. Ese cuadro fue un regalo de mi hermano a mi madre un 10 de mayo, y fue comprado a pie de carretera hace 20 años, en todos esos años jamás nos habíamos percatado de aquella firma.

He sentido que estos 10 años han sido como 4, por mucho. Han sido densos, divertidos, muy introspectivos. Me reserve de muchos allá afuera, por que nuestro encuentro generó cierta hostilidad a nuestro al rededor de forma inesperada. Han ido diluyendo lo superfluo y a la gente que lo alimentaba. Con obstáculos que fueron más allá de nosotros, con flaquezas muy absurdas y con fortalezas ahora muy desarrolladas. Sólo se mantuvieron a nuestro lado los valientes, los valiosos. Agradezco tener a un compañero que no valida lo que somos a través de los estándares sociales, que no me recrimina si presumo o no algo que para mi es tan valioso que prefiero reservarme y que entiende que lo que es de uno no es necesario hacerlo del conocimiento de nadie más. Eso, la certeza del somos.

Estas palabras son la forma de expresar lo que para mi significa esta travesía, una forma más de celebrarlo. Hoy me siento nuevamente como cuando inicie mis veintes, tengo muchísima incertidumbre pero la expectativa me mantiene en constante éxtasis. Que emoción es no saber que sucederá en los próximos años, pero seguramente, seguiremos siendo tan buenos amigos, ya sea juntos o a la distancia. Me encanta estar aquí, por que somos sin depender, somos sin necesidad de validarnos a través del otro. Somos juntos por que cada quien es quien quiere ser.

Que belleza es encontrar esa certeza en tu compañía.

Gracias por tu amistad genuina y sincera, por tu compañía y por el empuje que le das a mis talentos. Por tratar de que me desarrolle y explote mis capacidades. Espero retribuírtelo de igual manera.

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Kar Lóprec

Musician, journalist. Everything about the soundscapes.